William Cesar De La Hoz Pardo, pediodista y narrador deportivo de Fundación.
William Cesar De La Hoz Pardo, es un periodista y narrador deportivo de gran renombre en el caribe colombiano.
Nació un 5 de julio de 1960, desarrolló su carrera de comunicación desde bien temprano, en una emisora de Fundación, cuando apenas tenía 17 años.
William De La Hoz, periodista deportivo, casado con Aide María Mercado,lleva más de 40 años de experiencia en los distintos medios de comunicación de la radio costeña, y de los medios digitales, donde ha demostrado su talento como narrador y presentador del periodismo deportivo.
Cuando rondaba la edad de 17 años, se inició con mucha personalidad en la narración de partidos de fútbol, empezó locutor en el año de 1977 a una emisora del municipio de Fundación de propiedad Rubier Arango Galvis, quien le dió la oportunidad de narrar un campeonato interempresarial. Esto fue el inicio de una carrera periodística de mucho reconocimiento, que lleva más de cuatro décadas sin parar.
Durin Varela, comentarista de Fundación en ese entonces, fue quien lo respaldó para que fuera contratado en la emisora, “después de mi primera narración semiprofesional fui contratado, y allí dure 1 año”, expresa William.
Luego fue contrado por la emisora La Voz del Turismo en Santa Marta, con tan solo 18 años, gracias a Pedro Manuel De Andréis Abello, quien lo ubicó en Fundación después de escucharlo por Radio Fundación.
En Santa Marta conoció a los mejores locutores de ese momento, de quienes aprendió los pormenores de esta carrera.
En La Voz del Turismo duró un año, al cabo del cual regresó a Fundación, donde fue contactado por Ramón Beltrán Pupo, quien con Junior Beltrán, su hijo, se lo llevaron para Barranquilla a transmitir una final de un cuadrangular que narró por Radio Libertad.
Esta experiencia le sirvió para que fuera contradado en Radio Libertad como narrador y narrador control, gracias a Roberto Esper propietario de entonces de ese medio de comunicación. En esta importante emisora consolidó su carrera, lo que le permitió más adelante pasar por RCN, y muchas otras emisoras.
Hoy casi cuantenta años despúes continúa muy activo en el medio, donde es considerado por sus radioescuchas como el narrador del gol más vibrante y emotivo de la radio, el almirante de la narración, general de cinco soles ...cinco en todo !!
El Festival de la Leyenda Vallenata en su versión 2024, rendirá homenaje al artista Iván Villazón, quien es reconocido como la “voz tenor del vallenato”.
Villazón como anticipo a este reconocimiento lanzó su álbum número 35, que tituló: “Un Mundo Real”.Un larga duración donde desempolva un clásico del vallenato, se trata de una composición musical de Luis Enrique Martínez llamada: Los Morrocoyos.
Los morrocoyos, una inspiración del gran juglar del vallenato Luis Enrique Martínez Argote, de los mejores textos narrativos del Pollo Vallenato.
La génesis de esta canción nace de un episodio de la vida real de Luis Enrique ocurrido en Fundación, que fue la ciudad donde vivió desde los 13 años, y donde recibió la influencia musical del juglar Francisco Rada, y de otros músicos provinciales, con los que participó en las presentaciones de las fiestas y parrandas de las poblaciones de la región.
También fue en Fundación donde se hizo grande con el apoyo de los ganaderos que residían o frecuentaban esta ciudad, quienes lo animaron a dejar el arte de la madera, para que se dedicara por completo al folclor.
Fundación gracias al Ferrocarril de Santa Marta se había convertido a principios del siglo pasado en la meca del Departamento del Magdalena, en la Esquina del Progreso. No solo fue el centro económico y social de esta región, sino también en el lugar donde se daban cita los juglares del folclor vallenato, que por entonces apenas se consolidaba como género musical, y lugar donde en 1950 se realizó el primer festival vallenato de Colombia.
LOS MORROCOYOS
La historia de esta obra musical surge entorno a unos carnavales. Carlos Mercado Miranda, un empresario que se dedicaba a la organización de espectáculos, contrató a los Hermanos Zuleta: Poncho y Emilianito, para que animaran un KZ en Fundación.
Los grandes amigos de los Zuletas en Fundación eran los ya desaparecidos: Guillermo Sánchez Andrade, Jaime Bornacelli Polo y Clamente Rada Marriaga. Los cuales se turnaban a la hora de atender en sus domicilios a los Zuletas, cuando éstos arribaban a Fundación. En esta ocasión le correspondía a Jaime Bornacelli el brindarles atención en su casa.
Ese día Luis Enrique se acercó a la casa de Jaime y éste lo despachó diciéndole que ese día no iba a parrandear con viejo, sino con los Zuletas. Igual respuesta recibió luego de Clemente y Guillermo.
La organización del recibimiento comenzó temprano, Clemente mandó a cocinar unos morrocollos, plato criollo que era de buen agrado de los hermanos Zuleta. La casa de Jaime Bornacelli fue acondicionada para recibir a la agrupación y a sus amigos. En la KZ se dispusieron varias mesas detrás de la tarima, como era lo habitual por aquellas épocas, donde el artista departiría con sus allegados, para luego de la presentación continuar parrandeando en el kiosko de su anfitrión.
Antes de que arribaran los artistas, sus tres seguidores se reunieron en casa de Jaime Bornacelli para “entonar”, es decir, ingerir un poco de licor con el fin de recibir desinhibidos a los invitados.
Pasaban las horas y los Zuletas no arribaban a la ciudad, entonces Clemente angustiado se le acerca a Jaime y le comenta al oído que Luzmila García, (esposa de Poncho) le informó que los Zuletas no habían podido salir de Valledupar por imprevistos, y que su presentación quedaba cancelada.
Luis Enrique que estaba presente, al percatarse de la situación, aprovechó la frustración de sus tres amigos para burlarse del desplante que le habían hecho unas horas antes, componiendo con su mejor estilo satírico la obra que intituló: Los Morrocollos. Canción que elaboró de forma improvisada, de memoria, y en medio del fragor de la parranda que terminó amenizabando para los tres plantados.
Para sorpresa de todos, en medio de la parranda que amenizaba, interpretó la primera parte de la pieza musical, y para la una de la madrugada había compuesto la segunda parte, que enseguida cantó completa con una admirable unidad textual y anecdótica.
El Pollo Vallenato no solo se desquitó del desdén que recibió de sus mecenas, sino que también dio muestras de la virtud que poseía de constuir obras musicales de forma improvisada, sin ayudas técnicas, y con narrativas que conservaban la unidad, tanto en la redacción, como en la discursividad del repertorio.
Luis Enrique partió en dos la historia del vallenato, no solo en las notas musicales, sino también por la originalidaddescriptiva, lírica, romántica, costumbrista y narrativa de muchas de sus obras.